Cerca de las 6:00 de la mañana del 13 de marzo pasado, como todos los días laborales, el profesor Marden Escobar Alfaro, de 62 años de edad, se dirigía a la autopista hacia el aeropuerto internacional a abordar el transporte que lo condujera desde la ciudad de Olocuilta hacia el Centro Escolar Caserío Los Novillos del distrito de San Luis la Herradura, La Paz, donde se desempeñaba como director.



Ese jueves fue el último día de Marden quien murió atropellado en la autopista. bajo el puente de Olocuilta, por un motociclista que conducía a excesiva velocidad. El motociclista y su acompañante resultaron con lesiones severas mientras el cadáver del profesor quedó tirado en el asfalto.

El accidente que produjo la trágica muerte de Marden considerado un buen hijo, hermano, padre esposo, vecinos, amigo y profesor ejemplar, solo fue uno de los once que este año se reportan en promedio a diario en todo el país, en el cual se ven involucradas motocicletas, algunas de ellas conducidas por personas que no tienen la respectiva licencia



Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONASEVI) desde el 1 de enero hasta la semana pasada, se habían registrado 1,267 accidentes con participación de motocicletas con resultado de 1,195 lesionados y 135 muertos. Mi amigo Marden está clasificado como peatón muerto. A propósito las estadísticas oficiales señalan que en accidentes viales la mayor cantidad de muertos son peatones, seguido de motociclistas y luego pasajeros y conductores de vehículos particulares.

Los datos oficiales también señalan que hasta la fecha el 33.32 por ciento del parque vehicular es para las motocicletas, ya que un total de 635,210 están registradas oficialmente. El Salvador tiene cerca de dos millones de vehículos (1,906,582) registrados en el Viceministerio de Transporte.

Sin embargo, la cantidad de licencias extendidas para motociclistas es menor a la cantidad de dichos vehículos, pues el Viceministerio de Transporte solo ha emitido, hasta marzo pasado, 522,399 licencias. Es decir que hay casi un 20 por ciento de motocicletas que andan circulando sin que sus conductores estén debidamente autorizados, probablemente sin la pericia suficiente y sin el conocimiento necesario del Reglamento de Tránsito.

Según los registros oficiales, desde 2015, un total de 45.642 personas han recibido atención médica al haber resultado con lesiones en accidentes de motocicletas. A diferencia de los accidentes viales con participación de otros vehículos, los de motocicletas son mucho más fatales porque el conductor y su acompañante viajan más vulnerables. Es el caso de Rubén Alcides Hernández Godoy, un joven que ahora tiene 25 años de edad y que en enero de 2019 tuvo un accidente al chocar su motocicleta con un árbol en la carretera Litoral, cerca de Usulután. Rubén sufrió amputación de su pierna izquierda y la mano derecha le ha quedado inmóvil, además, ha quedado marcado con una cicatriz en su mejilla izquierda.

Cuando tuvo el accidente andaba aprendiendo a conducir y corría a 100 kilómetros por hora.

Otro caso es el de Néstor Javier Campos Bolaños, ahora de 32 años de edad, que en febrero de 2017 intentó sobrepasarle a un tráiler cañero en la autopista al aeropuerto, en San Juan Talpa. Cuando le sobrepasaba se salió del asfalto y se fue a una cuneta. Como resultado la motocicleta quedó inservible y él sufrió una lesión en la cuarta vértebra cervical y eso lo dejó cuadripléjico. Néstor tampoco tenía licencia para conducir la motocicleta que se la había prestado a un amigo y para colmo había consumido bebidas embriagantes.

La División de Tránsito de la Policía Nacional Civil y el mismo Viceministerio de Transporte deben realizar un exhaustivo plan para sancionar a quienes conducen todo tipo de vehículos sin estar facultados para ello. Hay buseros, microbuseros, conductores de transporte pesado, vehículos livianos y motocicletas que lo hacen irresponsablemente sin tener una licencia que los avale. Este plan debe llevar también a sancionar a los que conducen bicicletas en vías públicas sin cumplir con las normas establecidas.

En la actualidad las Cámaras de Seguridad en las principales ciudades y carreteras del país captan permanentemente el tráfico y sus percances. En la mayoría de accidentes donde está involucrada una motocicleta con otro tipo de vehículo, la culpa recae sobre el motociclista que irrespetó una señal de tránsito o que hizo alguna osadía, como sobrepasar por un punto prohibido o creerse "el dueño de la calle".

Muchos motociclistas siguen haciendo carriles inexistentes (tercer carril), se aglomeran en los semáforos, sobrepasan golpeando las carrocerías de los carros livianos, se suben a las aceras, no portan cascos autorizados, conducen a velocidad excesiva, se distraen con facilidad, usan teléfonos celulares mientras conducen, no andan la vestimenta adecuada y pocos irrespetan las normas de tránsito.

En lo personal pienso que a los motociclistas les hace falta conciencia. Deben entender que cada día que salen a trabajar alguien los espera en casa y que los esperan sanos y salvos. Ellos al igual que todos los que conducimos debemos entender que los vehículos conducidos de manera irresponsable se convierten en un arma peligrosa con la cual podemos provocar lesiones y la muerte de otros o de nosotros mismos.

A mi amigo Marden ya no le podemos regresar la vida. Su familia vive acongojada por el dolor de su fallecimiento, sus amigos, alumnos y compañeros de trabajo lo extrañamos, su muerte pudo haberse evitado si el conductor de aquella motocicleta hubiese conducido a una velocidad prudencial y hubiese tenido la pericia necesaria. Conductores manejemos a la defensiva... Con conciencia.