Como criminólogo, mi enfoque siempre ha sido analizar cómo los factores sociales y ambientales influyen en el comportamiento humano.



Desde hace algunas semanas se anuncia que el ministerio de obras públicas se encuentra en la etapa final de estudios de suelo y de factibilidad en varias zonas del denominado gran San Salvador para construir torres y estaciones para un metrocable en el país.

Actualmente circulan 1.8 millones de vehículos en el país y cada 10 años se está duplicando el parque vehicular, una situación que ya provoca graves congestionamientos, afecta la salud mental, física, el sueño, descanso y provoca pérdidas económicas y de productividad.



En el caso del Metrocable en El Salvador, es ambiciosa y futurista observar cómo una iniciativa de transporte puede tener un impacto positivo en la salud mental de la población.

Durante entregas anteriores he abordado los efectos de los congestionamientos y tráfico en la salud mental y física de nuestra población, por lo que esta posibilidad me parece un gran proyecto en función de los sectores menos favorecidos.

Algunos de los beneficios y oportunidades que puedo anticipar a este megaproyecto son:

El Estrés del Desplazamiento

En nuestras ciudades, el tiempo de desplazamiento es un factor de estrés significativo. Las horas perdidas en el tráfico, la incertidumbre de llegar a tiempo y la sensación de estar atrapado pueden generar ansiedad y frustración. El Metrocable, al reducir drásticamente los tiempos de viaje, ofrece un respiro a esta presión constante.

Un Viaje con Vistas

Más allá de la eficiencia, el Metrocable ofrece una experiencia de viaje única. Las vistas panorámicas de la ciudad y el paisaje circundante pueden tener un efecto calmante y revitalizante. Este contacto con la belleza, aunque breve, puede ser un antídoto contra el estrés urbano.

Conexión y Comunidad

El transporte público, cuando es eficiente y seguro, fomenta la conexión entre las personas. El Metrocable, al facilitar el acceso a diferentes zonas de la ciudad, puede fortalecer los lazos comunitarios y reducir la sensación de aislamiento. Este sistema en cada una de sus líneas puede movilizar entre 3000 y 3500 personas por hora.

Un Espacio Seguro

La seguridad es fundamental para el bienestar mental. Saber que se viaja en un sistema vigilado y confiable reduce la ansiedad y permite a los usuarios relajarse durante el trayecto. Las probabilidades que delincuentes asalten en un medio aéreo se disminuyen drásticamente.

Impacto en la Criminalidad

Desde una perspectiva criminológica, la reducción del estrés y la mejora del bienestar mental pueden tener un efecto indirecto en la disminución de la criminalidad. Estudios han demostrado que las personas sometidas a altos niveles de estrés son más propensas a comportamientos violentos o delictivos.

Un Futuro Prometedor

El Metrocable es un ejemplo de cómo la infraestructura urbana puede contribuir a la salud mental y al bienestar de la población. Es un recordatorio de que las soluciones a los problemas sociales no siempre son complejas, a veces, un viaje más rápido y agradable puede marcar la diferencia.

Por el bien de los sectores más vulnerables, de la denominada clase trabajadora sería una gran bendición que este proyecto se pueda concretar y que en los próximos años sea una realidad y que pueda ser un servicio de alta calidad y excelencia.

Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología

@jricardososa