La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que globalmente existen más de 41 millones de niños con edad inferior a 5 años con sobrepeso u obesidad, condición que desata una alta probabilidad de ser adultos obesos y desarrollar diabetes, hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares (cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares) fueron la principal causa de muerte a nivel mundial en el 2019. De acuerdo con la OMS, 9 millones de personas fallecieron por cardiopatías isquémicas y 6 millones por accidentes cerebrovasculares.
En nuestro país, según datos oficiales del Ministerio de salud (Minsal), probablemente con subregistro, la prevalencia de sobrepeso en menores de 5 años es de 6 %, cifra que aumenta al 23 % para el rango de 7 a 9 años con sobrepeso u obesidad. Estas cifras epidémicas alarmantes, se agravan aún más en la población salvadoreña de 20 años donde encontramos una prevalencia de casi el 40 % de sobrepeso y un espantoso 27 % de obesidad. Es decir, 7 de cada 10 jóvenes de 20 años en nuestro país tiene problemas de sobrepeso u obesidad. No me sorprende que la diabetes, enfermedades cardiovasculares y las enfermedades hipertensivas se encuentren entre las 10 causas más frecuentes de muerte en nuestro país. Un verdadero problema de salud pública, de magnitudes epidémicas, al que nuestras autoridades no plantean una solución ni a corto ni a largo plazo, y para el cual ya existen soluciones con evidencia substancial en la literatura médica.
¿Por qué estoy asociando el sobrepeso y la obesidad con los juegos olímpicos? Los juegos olímpicos se asocian con el deporte y el ejercicio, los cuales son la principal arma, junto con la alimentación adecuada, que tenemos trabajadores de salud para contrarrestar esta terrible epidemia. ¿Entonces me estoy contradiciendo?
Barry Popkin, fundador y codirector del Programa Mundial de Investigación Alimentaria de la Universidad de Carolina del Norte, señala que las bebidas azucaradas están abrumadoramente implicadas en una explosión mundial de daños para la salud, incluidos 13 tipos de cáncer. "El azúcar es un ingrediente canalla", insiste. "Es el tabaco de la dieta". El consumo de bebidas azucaradas está contribuyendo a aumentar las tasas de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares, causando entre 3 y 6 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad y 75,700 muertes en 2021.
Coca Cola, una de las bebidas azucaradas más implicada en el detrimento de la salud pública mundial, publicó recientemente en su sitio web: La compañía Coca-Cola es el socio más antiguo del Movimiento Olímpico, habiendo apoyado todas las ediciones de los Juegos Olímpicos desde 1928. Coca-Cola también ha sido un orgulloso socio del relevo de la antorcha olímpica durante más de dos décadas, y fue miembro fundador del programa TheOlympic Partner (TOP). La renovación de su asociación hasta al menos 2032 amplía la asociación de la empresa con el Movimiento Olímpico a una relación histórica de 104 años.
Poderoso caballero es don dinero, dijo alguna vez don Francisco de Quevedo. Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado... Así parece que se expresa el Comité Olímpico Internacional (COI). De la compañía Coca Cola recibirá 3,000 millones de dólares, lo cual permite a dicha compañía exponerse en un marketing brutal junto al COI durante la realización de los juegos olímpicos, desde el 2021 al 2032. Poderoso caballero es don dinero.
En un discurso pronunciado en la 77.ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, celebrada en Ginebra, Thomas Bach, presidente del COI, subrayó que, para la obesidad, las predisposiciones cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles, "el deporte es una excelente herramienta de prevención". En dicho discurso, involuntariamente omitió mencionar el asocio de la institución que preside con la compañía líder a nivel mundial en ventas de bebidas azucaradas, con un promedio de 1,900 millones de porciones por día. Es curioso cómo funcionan nuestros valores. “Todos tenemos un precio” dijo Oscar Wilde. La naturaleza es corrupta, y siempre se vende al mejor postor. Su visión y lógica es la supervivencia, a todo costo. La ley del más fuerte, aunque actualmente es la ley del más inteligente, la ley de la evolución. Pero al COI hay que recordarle: Nadie puede servir a dos señores (Mateo 6:24). No podéis servir a Dios y al dinero.