Desde esta mi trinchera de tinta y análisis, observo con mucho optimismo y agradecimiento el reciente desembarco de delegados de la Alianza Mundial por la Educación (GPE) en nuestra renovada ciudad de San Salvador. La noticia de que El Salvador haya sido elegido sede para evaluar los progresos educativos no es un dato menor. En un país marcado históricamente por desafíos sociales y, seamos honestos, por sombras persistentes en el ámbito de la seguridad, este reconocimiento representa un rayo de esperanza que debemos analizar con lupa criminológica.
Es innegable que en los últimos años se han impulsado iniciativas significativas en el sector educativo. Las cifras, presentadas con el entusiasmo propio de quien ve florecer un jardín después de la sequía, hablan de importantes avances en la cobertura, la inversión y la implementación de programas. Y sí, como criminólogo, entiendo y promociono el valor de una población educada como un factor crucial en la prevención del delito a largo plazo. Un joven con oportunidades, con un horizonte más allá de las pandillas y la precariedad, es un ciudadano menos vulnerable para caer en las redes de la criminalidad o delincuencia de cualquier denominación.
La Alianza Mundial para la Educación (Global Partnership forEducation, GPE) constituye la única asociación y el único fondo dedicados íntegramente a ayudar a los niños de los países de ingreso bajo a recibir una educación de calidad, para que puedan desarrollar su potencial y contribuir a construir un mundo mejor. La GPE reúne a diversos socios y proporciona financiamiento en 90 países para transformar los sistemas educativos y llegar a todos los niños, especialmente a los más vulnerables, como las niñas, los niños con discapacidad y los afectados por la pobreza extrema o los conflictos. Sin olvidar que, en junio de 2022, El Salvador se convirtió en el primer país en acceder al Acelerador de la Educación de las Niñas (GEA, por sus siglas en inglés) su visita es relevante para conocer más detalles y avances de Mi Nueva Escuela en nuestro país.
Nesmy Manigat presidente del Comité de Finanzas y Riesgos de la Alianza Global para la Educación, agradeció al Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) de El Salvador ingeniero José Mauricio Pineda, por su cálida acogida de la reunión anual de los países socios de América Latina y el Caribe en El Salvador, y por compartir los importantes esfuerzos realizados para aumentar el presupuesto nacional de educación, vincular la reforma curricular a los desafíos de seguridad, promover la equidad y la inclusión, en particular a través de la educación de la primera infancia y de las niñas, las nuevas profesiones y la tecnología, así como modernizar las infraestructuras y los equipamientos escolares entre los principales reconocimientos.
Desde mi perspectiva como estudioso de la conducta humana y sus desviaciones, la inversión en educación debe ser integral, y eso me encanta de Mi Nueva Escuela ya que además de la construir escuelas modernas, entregar computadoras a todos los estudiantes, está fortaleciendo la formación docente, actualiza los currículos para que respondan a las demandas del siglo XXI y, fundamentalmente, crear un entorno seguro y estimulante para el aprendizaje. Un niño que vive en un contexto de violencia o inseguridad difícilmente podrá concentrarse en sus estudios, por más esfuerzos que se hagan desde las políticas públicas y eso ya se logró en El Salvador.
La elección de El Salvador como sede de esta evaluación es un tremendo espaldarazo, sí, pero también una enorme responsabilidad y desafío. No podemos permitirnos caer en la autocomplacencia. Debemos aprovechar esta ventana de atención internacional para mostrar no solo lo que hemos logrado, toda la visión de mediano y largo plazo, sino también para identificar con honestidad los obstáculos que aún debemos superar.
Mi Nueva Escuela, también brindo a nuestra ciudad capital que también busca reinventarse y dejar atrás las sombras del pasado, la esperanza depositada en la educación es palpable y como los representantes mundiales conocieron los avances en educación y disfrutaron de una ciudad renovada. Es mi oración que esta visita de GPE impulse, acelere, que profundice las excelentes relaciones de cooperación y, solidaridad, fraternidad con nuestras autoridades del MINEDUCYT en beneficio de nuestra sociedad y sus estudiantes. La lupa criminológica sigue atenta, analizando cada paso en este crucial camino hacia Mi Nueva Escuela.
*Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología
Docente certificado en Educación Superior