Desde el momento del arresto del Señor Jesucristo, en el Jardín de Getsemaní, donde oró intensamente, experimentando una angustia profunda ("su sudor era como gotas de sangre", Lucas 22:44), Jesús se enfrentó a una serie de eventos que culminarían en su crucifixión. La traición de Judas, el juicio injusto ante los líderes religiosos y romanos, y la tortura física que sufrió durante su arresto prepararon el escenario para el que sería uno de los episodios más dolorosos de toda la historia de la humanidad. La Biblia destaca el sufrimiento del Señor Jesucristo, de manera indubitable.
En Mateo 27:26, se menciona que "Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado". La flagelación era un método brutal que ocasionaba un dolor insoportable y a menudo resultaba en heridas abiertas y hemorragias. Las lesiones infligidas por esta tortura no solo eran físicas; el dolor emocional de la traición por parte a crucifixión del Señor Jesucristo es, sin duda, uno de los eventos más impactantes y significativos en la historia de la humanidad. No solo es un momento clave para la salvación de los seres humanos, sino que es una invitación a vivir correctamente en este mundo.
La crucifixión, como forma de ejecución, era infame por su crueldad y prolongado sufrimiento. La tortura que enfrentó el Señor Jesucristo, comenzó mucho antes de ser clavado en la cruz. Después de su arresto en el Jardín de Getsemaní, Jesús fue llevado ante el Sanedrín, donde enfrentó un juicio injusto. En Marcos 14:65, se menciona que "algunos comenzaron a escupirle; a cubrirle el rostro, y a darle de puñetazos, y a decirle: "Profetiza". Y los guardias le dieron de bofetadas". Este fue solo el inicio de una serie de humillaciones que reflejan el escarnio moral y físico que estaba por venir.
En el relato de Lucas 22:44, se describe cómo, en medio de su agonía, "su sudor era como grandes gotas de sangre que caían a tierra". Este extremo estrés no solo resalta la angustia psicológica que Jesús experimentaba al anticipar su sacrificio, sino que también introduce el concepto de hematidrosis, una condición médica que sucede bajo una tensión emocional intensa. Así, la crucifixión no empieza en la cruz, sino en el corazón de Jesús, que estaba abrumado por el peso del pecado de la humanidad y por la inminente separación del Padre.
Cuando finalmente fue llevado a la cruz, Jesús sufrió una forma de tortura inhumana.
La flagelación, como uno de los métodos para aumentar el dolor al Señor Jesucristo es uno de los episodios más conmovedores y significativos de la historia del cristianismo. Este evento, que tuvo lugar hace más de dos mil años, no solo marca la culminación de la vida terrenal de Jesús, sino que también simboliza el sacrificio supremo por la redención de la raza humana, que continua en los designios de su corazón viviendo la vida sin limites, dando rienda suelta a sus bajos instintos, prueba de ello, es que en este tiempo de Semana Santa, las personas prefieren las fiestas, drogas, alcohol y libertinaje que buscar al Señor Jesucristo que sacrifico su vida por toda la humanidad.
Nunca olviden que, de camino hacia la crucifixión, el Señor Jesucristo, fue objeto de una serie de abusos y sufrimientos. Desde la traición de Judas, que lo entregó por treinta monedas de plata (Mateo 26:14-16), hasta el juicio injusto llevado a cabo por las autoridades religiosas y romanas, Jesús enfrentó un sufrimiento emocional inmenso. En Juan 19:31-34, se narra "Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí....
...Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. No desprecies ese sacrificio que el Señor Jesucristo hizo por toda la humanidad. "Búscalo con todo tu corazón"