Muchos se preguntarán, ¿para qué estudiar? Asistir a la escuela para muchos ha sido utópico. Entre las vicisitudes se pueden mencionar: no hay políticas inclusivas para que en el hogar se potencie la importancia de la educación. Los paradigmas están cambiando y manifiestan que; estudiar no es la panacea para ser exitoso. Esto es una falacia, en cada hogar se ha comprobado históricamente que, con una persona que acceda al sistema educativo, hay una metamorfosis en el que aprendío, hay cambios significativos en su hogar y, por ende, en la sociedad. Muchos salieron de la pobreza gracias a que estudiaron.



Es de analizar la historia de Evelyn Nohemi Martínez de Chávez, quien ha luchado en la vida igual que muchos. En la entrevista se verifica que ha sido resiliente: ¿Cómo fue que decidió estudiar contabilidad? Realmente no lo decidi, se me impuso la carrera, el horario y la universidad, yo tenía hambre en todos los sentidos, algo en mí no me dejaba estar tranquila, quería volar, estudiar, salir adelante; no quería vivir en el entorno social de mi niñez rodeada de pandillas, añoraba ser publicista, soñaba con salir a la capital y estudiar comunicaciones; ya tenía el pensum, la universidad, pero no tenía los recursos. Pero tampoco quería ver pasar el tiempo y en bachillerato era buena en contabilidad, por ello; tomé la oportunidad que un patrono en aras de retenerme, puso a mi disposición.

¿Cuál ha sido el obstáculo más grande en su vida? Si veo hacia atrás, no fue fácil, pero no puedo catalogar un obstáculo más grande que Dios, en quien confío. Inicialmente, no contaba con los recursos, pero siempre encontré trabajo desde los 14 años para poder estudiar. El entorno social no era saludable, pero salí de ahí. Desvelarse para cumplir con el trabajo y la tarea universitaria costó, pero todo lo que me ha pasado me ha forjado un carácter para ser quien soy ahora. Y puedo decir que me siento realizada en todos los sentidos y que venga lo que venga, seguiré confiando en Dios, que abre puertas y mueve bendiciones para mí y los míos.



¿A quén le dedica sus triunfos y luchas? Terrenalmente, a mi madre, que, pese a que nunca pisó un salón escolar, siempre me impulsó a seguir, me enseñó con una pequeña tienda de colonia a ser la mejor administradora; no se acobardó para buscar créditos casi imposibles de pagar para su capacidad económica del momento, a pesar de que eran pequeñas cantidades para que yo culminara los años de bachillerato. Ella siempre creyó en mí.

¿Qué consejo les brinda para los que declinan y ya no continúan estudiando? Estudiar es el único camino digno para cambiar el estilo de vida, es la esperanza de un mejor porvenir. Rendirse es lo más fácil, pero estás condenando tu futuro. Sentir hambre mientras se estudia porque se anda justo para el pasaje y la fotocopia es pasajero, la desvelada se repone luego, pero la destrucción de tu futuro por darte por vencido es permanente.

¿Qué consejos les brinda a los soñadores? Si en su presupuesto tiene gastos no indispensables, es capaz de pagar una mensualidad universitaria; regresar y terminar es la mejor decisión para asegurar una vida más estable a nivel laboral, financiero y emocional.

¿Qué le enseñó el movimiento scout de El Salvador? Me enseñó a ser mejor madre, ya que me permitió ver que mis hijos podían ser independientes; que también necesitaban espacios para desarrollar su liderazgo, me enseñó a amar la naturaleza, a entregar mi voluntariado con el único fin de servir a los demás. Actualmente soy la comisionada provincia Oriente; mis hijos ya no están en el programa por razones de estudio.

¿Cuál ha sido el reto que más ha tenido en su vida? He tenido experiencias difíciles, de las cuales he aprendido que por sí sola no puedo, pero con Dios solo es de esperar el momento. Él sabe cómo operar, él provee de lo que necesitamos, abre oportunidades, y a nosotros nos toca aprovecharlas, dar siempre lo mejor. Nada cae del cielo, nada es regalado. Siempre hay que estar alertas, trabajar constantemente, agradecer lo que se tiene y seguir soñando.

Lo destacable e importante de Evelyn es que es religiosa, una mujer creyente en Dios, y eso le ayudó a salir adelante. Es un ejemplo a seguir. Muchos estudiantes estudian y trabajan, eso los hace ser más resilientes y dispuestos a afrontar los retos en la vida.

• Fidel López Eguizábal. Docente Investigador Universidad Francisco Gavidia flopez@ufg.edu.sv