El crecimiento del video en línea, que ya representa más del 66 % del tráfico mundial de internet, ha sido impulsado por tecnologías de streaming que permiten que millones de usuarios vean el mismo contenido al instante.



Eventos como la pelea entre Jake Paul y Mike Tyson o partidos de la NFL figuran entre los momentos de mayor tráfico digital en 2024.

El elemento clave del streaming es su acceso inmediato y adaptativo, lo que permite ver desde películas y videojuegos hasta podcasts y lanzamientos espaciales en tiempo real.



Esta experiencia se logra gracias a complejos sistemas que fragmentan los videos en “chunks”, que luego se comprimen y adaptan según la calidad de conexión y el tipo de dispositivo del usuario.

Estos fragmentos se ensamblan de forma continua en el dispositivo del usuario, que recibe versiones optimizadas según su velocidad de internet.

Así, aunque la conexión sea lenta, el sistema puede ofrecer una versión en baja resolución para evitar interrupciones. Por eso la calidad puede variar o detenerse si el sistema necesita cargar más datos.

Uno de los principales desafíos técnicos es la distancia entre el servidor central y el usuario.

Por ejemplo, un usuario en Australia podría tener mayor latencia si el centro de datos está en Estados Unidos.

A esto se suma la congestión cuando miles de personas acceden simultáneamente al mismo contenido, lo cual puede saturar las redes.

Para evitarlo, empresas como Akamai o Edgio utilizan redes de distribución de contenido (CDN), que colocan servidores con copias de los archivos en puntos estratégicos del planeta.

Con el modelo “Enter Deep”, se ubican nodos pequeños dentro de redes locales para reducir la latencia; mientras que el modelo “Bring Home” agrupa servidores más grandes en zonas de alto tráfico como intercambios de internet.

Ambos sistemas han permitido una experiencia fluida, confiable y adaptada a las exigencias del usuario moderno.

Así, la tecnología detrás del streaming se convierte en un pilar de la conectividad global y el acceso masivo a contenido digital de alta calidad.