El AC Milan y el Bolonia se enfrentarán este miércoles en una final que representa más que un título nacional: es la vía directa para asegurar presencia en la Liga Europa 2025.
Con realidades distintas, los dos clubes ven en esta Copa Italia una oportunidad para cerrar la temporada con un premio importante.
En el caso del Milan, el certamen es la única tabla de salvación tras un desempeño decepcionante en la Serie A, donde ocupa el octavo lugar y está a tres puntos de la sexta plaza, con solo dos fechas por disputar.
El conjunto ‘rossonero’ parece haber asumido con seriedad el reto copero. Dejó en el camino a la Roma en cuartos de final y luego eliminó en semifinales a su eterno rival, el Inter de Milán, en una vibrante eliminatoria. Aquella actuación hizo recordar al equipo que en enero alzó la Supercopa bajo la batuta del portugués Sergio Conceicao.
El futuro del técnico también está en juego, ya que una derrota podría precipitar su salida al cierre del curso. Su continuidad dependerá en gran medida del resultado en esta final.
La campaña ha sido errática para el Milan, que arrancó con Paulo Fonseca en el banquillo. Lejos quedó el brillo del equipo campeón del ‘Scudetto’ en 2022 o semifinalista de la Champions en 2023. El club necesita redimirse y la final representa esa oportunidad.
“Forma parte de la historia del Milan tener esta presión, es normal en los grandes clubes. Tenemos que aceptarla y centrarnos en el trabajo ganando esta Copa Italia. El Milan es un club histórico acostumbrado a conseguir resultados, queremos sacar uno positivo para llevarnos el título y jugar en Europa el año que viene”, declaró el técnico Conceicao.
“No tenemos miedo, solo la adrenalina de un partido que nos puede dar un título. Tenemos que estar preparados sabiendo que enfrente tendremos a un Bolonia diferente al de hace unos días”, agregó.
Apenas el viernes 9 de mayo, ambos equipos se enfrentaron por Serie A y el Milan se impuso por 3-1. Sin embargo, esta vez todo está en juego.
En cambio, el Bolonia vive una temporada de ensueño. Regresó a competiciones europeas tras seis décadas y de la mano de Vincenzo Italiano ha igualado los registros que dejó Thiago Motta el año pasado, aunque con una plantilla menos estelar, sin figuras como Joshua Zirkzee o Riccardo Calafiori.
La escuadra boloñesa tiene una motivación especial: volver a conquistar un título que no gana desde 1970. No disputa una final de Copa Italia desde hace 51 años, y la expectativa en la ciudad es total.
“La de mañana es una final que el Bolonia no juega desde hace 51 años. Treinta mil aficionados estarán en el Olímpico, muchos jóvenes que nunca han visto los colores rojo y azul levantar un trofeo. Espero que tengan esta alegría”, expresó Italiano en el Palacio del Quirinal, donde fueron recibidos por el presidente Sergio Mattarella.
El duelo definitivo será este miércoles en el Estadio Olímpico de Roma. Europa espera al vencedor.