El análisis, plasmado en el último informe divulgado por la firma, señala que entre 2013 y 2023 el mercado de seguros en El Salvador creció a una tasa anual de un 4.6 %. Por su parte, el segmento de seguros de vida aumentó a un ritmo de 1.7 % y los de no vida se mantuvieron en un 6.1 %.
El documento plantea que en 2023 las primas netas en el sector de seguros rondaron los $855.8 millones, marcando una caída a una tasa nominal de un 5.6 % en comparación con 2022.
Pese a que este fue el dinero que se movilizó en primas, en el mercado persiste una brecha de protección del seguro (BPS), una variable que se representa como la diferencia entre la cobertura que tienen los seguros, que es económicamente necesaria y en beneficio de los clientes, menos la cantidad de dicha cobertura que efectivamente se recauda.
Según Mapfre, los resultados obtenidos en el 2023 reflejaron una insuficiencia de 7.2 puntos para cubrir la BPS en la próxima década.
Basado en este planteamiento, solo en 2023 en El Salvador se tuvo una brecha de $1,759.9 millones, eso significa que se necesitaría 2.1 veces más dinero en el mercado asegurado real para poder dar cobertura a la brecha y generar esa estabilidad necesaria en favor de la sociedad.
El documento señala que del total de brecha de protección de los seguros, un 66 % pertenecen al sector de vida, mientras que un 34 % a los seguros que no son de vida.
El mercado potencial de seguros en El Salvador podría ascender a $2,615.7 millones, 3.1 veces más del mercado asegurador total en 2023.
La región
La insuficiencia de la cobertura de lo necesario con lo que se recauda no es algo que afecta solo a El Salvador, la insuficiencia por cubrir la brecha afecta a la mayoría de los países de la región, a excepción de Colombia, Uruguay, Chile, Puerto Rico y Argentina.La situación de estos países es diferente porque han presentado datos de crecimiento de los mercados por arriba del promedio anual.
Esta brecha de aseguramiento, que perjudica a los países, está relacionada con el crecimiento de los mercados, según el informe.
MPFRE señala que un 62 % de la brecha en el mundo, que rondó los $301,300 millones para 2023, corresponde a los seguros de vida, mientras que el resto de la brecha está situada en las dificultades para cubrir el resto de seguros.
El análisis plantea que el crecimiento económico, el control inflacionario, incremento de la renta personal, así como el desarrollo del sistema financiero y aplicación de políticas públicas podrían reducir la brecha a mediano plazo.