Detrás de Honduras, El Salvador es uno de los países peor evaluado entre 19 economías incluidas en la segunda edición del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024), presentado este martes como una radiografía de la IA, cuya tecnología comenzó en 1943 pero que en los últimos dos años tuvo mayor impulso.
Desde crear textos hasta máquinas para detectar enfermedades, la IA plantea un punto de quiebre en los procesos productivos y la cotidianidad de las personas. “Si bien ha aumentado el desarrollo de talento humano especializado en IA en América Latina y el Caribe, aún estamos muy por debajo de las cifras del hemisferio norte”, señaló Rodrigo Durán, gerente de CENIA.
En una escala de 100 puntos posibles, Honduras está a la zaga con 23.73 puntos, seguido de El Salvador con 25.74 y Guatemala con 25.90. El informe señala que son países “exploradores”, donde la IA se encuentra en etapas básicas y con políticas públicas preliminares.
De Centroamérica, Costa Rica es el mejor evaluado, con 43.63 puntos y considerado un país “adoptante”, una categoría para las naciones que comienzan a integrar la IA en sectores productivos y públicos. Panamá también entra en esta etapa, con 37.48 puntos.
Chile, Brasil y Uruguay son los únicos países considerados “pioneros”, con un puntaje de entre 73.07, 69.30 y 64.98, respectivamente.
Radiografía de El Salvador
El índice evalúa el nivel de madurez de la IA por país en tres dimensiones: factores habilitantes; investigación, desarrollo y adopción; y gobernanza.Factores habilitantes:
Esta dimensión incluye un abanico de indicadores relacionados a conectividad, cómputo, dispositivos, barómetro de datos, alfabetización de IA, formación de profesionales en IA y talento avanzando.
A su vez, cada indicador incorpora variables como población que usa Internet, velocidad de descarga, despliegue de la 5G, uso de la nube, centros de datos certificados, hogares que tienen computadora, asequibilidad de teléfonos inteligentes o talento humano.
En esta dimensión, El Salvador obtuvo una calificación de 29.25 puntos, el cuarto peor evaluado en el ranking por detrás de Cuba (25.03), Bolivia (28.61) y Honduras (28.97).
Dentro de los indicadores se revela que el 62.22 % de la población salvadoreña tuvo conexión a Internet en los últimos tres meses. El país también figuró como uno de las naciones con capacidad limitada de infraestructura, con 34.34 puntos.
El Salvador tuvo una calificación de cero al revisar la capacidad de computación de alto rendimiento o de HPC (High Performance Computing, por sus siglas en inglés). También el puntaje de servicios de internet seguro es bajo, de apenas 0.55 puntos.
El informe señala que El Salvador, con una calificación de 14.37, tiene un ecosistema emergente de datos, es decir, con barreras importantes en la disponibilidad de datos y limitaciones en la infraestructura necesaria para su uso y en los marcos de gobernanza.
Tampoco tiene programas de doctorado en IA en universidades acreditadas.
Investigación, desarrollo y adopción
El Salvador tuvo una calificación de 29.36 puntos. El tercer peor evaluado por detrás de Honduras (25.02) y Guatemala (28.79). Esta dimensión evalúa aspectos como publicaciones en IA, presencia de centros de investigación de IA, inversiones privadas, empresas en IA, trabajadores en el sector de alta tecnología, entre otros aspectos.
En este apartado, El Salvador no tiene centros de investigación en IA, a diferencia de Costa Rica y Panamá.
“El Salvador registra el puntaje más bajo en la región con 8.71 puntos, correspondiente a un 8.33 % y que equivale a solo una investigadora dentro de una comunidad pequeña, con solo 12 personas trabajando en IA. Esto evidencia la necesidad de mayores esfuerzos para impulsar la participación femenina en este ámbito”, señala el reporte.
En el indicador de empresas con IA obtuvo 11.05 y en el desarrollo de aplicaciones se ganó 72.34 puntos.
Gobernanza
Tuvo una calificación de 15.06 puntos y se considera como un país con gobernanza básica. Además, entra en el grupo de las naciones con una “visión e institucionalidad ausente”.
Con una calificación de 16.86, el país es considerado con una regulación incipiente, que hace referencia a entornos desafiantes en términos de regulación y necesidad de mejoras significativas.
El reporte señala que El Salvador se inspira en el modelo estadounidense para su sistema de democracia, mientras que la mayoría retoma la experiencia de Europa.