Los estadounidenses eligen este martes a su presidente en un entorno polarizado en el que Donald Trump busca volver al poder y ejecutar una promesa de deportar masivamente a 15 millones de migrantes, alejarse de sus aliados históricos y convertir a Estados Unidos en una nación proteccionista en todo sentido.
Las medidas de Trump pueden generar problemas profundos a países como El Salvador que reciben hasta un cuarto de su Producto Interno Bruto a través de las remesas que envían sus migrantes en Estados Unidos. Además, Trump ha amenazado con poner aranceles a todos los productos extranjeros, lo que podría traer problemas para nuestras exportaciones.
La campaña electoral ha sido compleja, difícil, cargada de insultos y epítetos, acusaciones mutuas entre Trump y su rival, Kamala Harris, la vicepresidenta de Joe Biden que tuvo que tomar el testigo del relevo cuando el presidente saliente tuvo que abandonar la carrera tras un estrepitoso debate.
Harris no genera entusiasmo entre los estadounidenses pero sí tiene posibilidades reales de ganar la presidencia y convertirse en la primera mujer que llega a ese cargo. Bajo un eventual gobierno demócrata, la relación bilateral con El Salvador no tendría mayores cambios y podríamos ver una reforma migratoria comprensiva para beneficio de nuestros compatriotas allá.
La decisión es de los estadounidenses pero cualquiera que sea, traerá consecuencias para El Salvador y por eso debemos estar pendientes de los acontecimientos de este martes.