La violencia armada en Haití se intensificó durante el segundo trimestre de 2025, dejando un saldo de 1,520 personas asesinadas y 609 heridas, según un informe divulgado este viernes por la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh). La mayoría de los crímenes ocurrieron en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, y fueron perpetrados por bandas criminales, agravando aún más la crisis humanitaria en Haití.
La jefa interina de la Binuh, Ulrika Richardson, calificó de “extremadamente preocupante” la situación de los derechos humanos en Haití, advirtiendo que la violencia está generando desplazamientos masivos, afectando especialmente a mujeres y niños.
Las pandillas han extendido sus ataques fuera de la capital, incursionando en zonas como el departamento del Centro y Bajo Artibonite. Aunque se ha observado una leve ralentización del avance criminal en Puerto Príncipe, municipios como Kenscoff continúan bajo alta tensión.
El informe de la ONU documenta 185 secuestros y 628 casos de violencia sexual entre el 1 de abril y el 30 de junio, incluyendo hechos de esclavitud sexual, trata de personas y abuso infantil.
Las bandas armadas en Haití continúan utilizando el terror para ejercer control, recurriendo a asesinatos, violaciones múltiples y secuestros. De acuerdo con el documento, 64 % de las víctimas murieron o resultaron heridas durante operativos de seguridad, muchos mediante ataques con drones explosivos.
Ejecuciones extrajudiciales y víctimas civiles
Al menos 15 % de las víctimas eran civiles, ajenos a cualquier vínculo con pandillas, que murieron en la vía pública o en sus viviendas. También se reporta la muerte de cuatro agentes de seguridad durante intervenciones contra grupos criminales.
El informe señala 73 ejecuciones extrajudiciales atribuidas a elementos de la Policía Nacional Haitiana y al comisario del Gobierno de Miragoâne. Asimismo, el 12 % de los homicidios se relacionan con actos violentos de grupos de autodefensa, como el movimiento “Bwa Kalé”, que opera contra supuestos pandilleros o colaboradores.
La violencia de pandillas en Haití ha provocado un nuevo éxodo interno. Al 30 de junio de 2025, más de 1,300,000 personas estaban desplazadas en el país, donde viven aproximadamente once millones de habitantes. Esta cifra evidencia la profundización de la crisis humanitaria haitiana.
La ONU llamó al Gobierno de Haití a intensificar los esfuerzos contra el crimen organizado y garantizar el respeto a los derechos humanos en las acciones de seguridad. También pidió acelerar la creación de tribunales especializados, depurar los antecedentes de los cuerpos policiales y brindar protección urgente a la población civil.
La Oficina Integrada de la ONU en Haití urgió a la comunidad internacional a respaldar el despliegue total de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, encabezada por Kenia, y a combatir el tráfico de armas que alimenta el poder de las bandas armadas.