Las autoridades de Costa Rica estiman que el país cerrará el 2025 con una cifra de entre 880 y 900 homicidios, nivel similar al registrado en 2024, impulsado en gran medida por disputas entre bandas narcotraficantes, según informó este lunes el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El subdirector del OIJ, Michael Soto, reveló que hasta la fecha se contabilizan 502 asesinatos, con un promedio diario de 2.4 homicidios.
Del total, un 74 % está vinculado directamente con ajustes de cuentas o venganzas derivadas de conflictos por el control territorial entre grupos del crimen organizado. Además, el 79 % de los homicidios han sido cometidos con armas de fuego, lo que refleja el alto grado de violencia con que operan estas estructuras delictivas.
“Esto nos lleva a proyectarnos entre 880 y 900 homicidios al finalizar el año. Se ejecutan operativos policiales todos los días, con entre 8 y 10 allanamientos, principalmente relacionados con drogas. Sin embargo, la violencia continúa, especialmente en San José y Limón”, señaló Soto.En la capital costarricense, el debilitamiento de grupos criminales por la captura de sus líderes ha provocado el surgimiento de nuevas cabecillas que intentan recuperar el control territorial, desatando más violencia. Mientras tanto, en Limón —zona estratégica del Caribe— pequeños traficantes intentan ganar terreno frente a las grandes estructuras, lo que también deriva en homicidios.
Costa Rica cerró el 2024 con 880 asesinatos, la segunda cifra más alta de su historia, alcanzando una tasa de 16.6 homicidios por cada 100,000 habitantes. En 2023, el país registró 905 homicidios, el récord histórico, con un incremento del 38 % respecto a 2022.
Las autoridades insisten en que continuarán reforzando las acciones operativas para contener la criminalidad, aunque reconocen que la lucha por el control del narcotráfico seguirá siendo un desafío persistente en varias provincias del país.