Un problema técnico en el sistema de control aéreo cercano a Londres paralizó este miércoles los despegues de todos los vuelos que salían del Reino Unido, generando una ola de retrasos en los principales aeropuertos británicos, informó el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS, por sus siglas en inglés).

La falla, cuya naturaleza aún no fue detallada, obligó a suspender momentáneamente las operaciones. Sin embargo, alrededor de las 16:30 hora local, NATS anunció que sus ingenieros lograron restaurar el sistema afectado y se iniciaron las gestiones para normalizar la actividad aérea.

Poco después, el aeropuerto de Londres Gatwick confirmó a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter) que se reanudaron los despegues, aunque advirtió que persistirán demoras en varias operaciones.

Por motivos de seguridad, la autoridad aérea también comunicó que se reducirá temporalmente el número de vuelos que sobrevuelan el espacio controlado por el centro londinense.



El incidente tuvo impacto directo en otros aeropuertos clave de la capital británica como Heathrow y Stansted, así como en terminales regionales como Mánchester, Birmingham y Edimburgo, en Escocia.

Entre los miles de pasajeros afectados se encuentra el argentino Carlos Gil, quien relató a EFE que su vuelo desde Heathrow hacia Bilbao acumulaba más de una hora y media de retraso. Según Gil, la tripulación le informó que “hubo un problema con el radar” y que el despegue se retrasaría al menos tres horas por la larga fila de aviones esperando autorización para volar.

Este no es el primer incidente grave que afecta la aviación comercial en el Reino Unido en los últimos meses. El pasado 21 de marzo, un incendio en una subestación eléctrica obligó a cerrar el aeropuerto de Londres Heathrow durante varias horas, lo que ocasionó la cancelación de más de 1,300 vuelos y desvíos a otros aeropuertos británicos y del continente europeo.