Los estados considerados como en disputa son, a día de hoy, Arizona (11 votos electorales), Georgia (16), Michigan (15), Nevada (6), Carolina del Norte (16), Pensilvania (19) y Wisconsin (10), un total de 103 votos electorales que representan casi una quinta parte de los 538 en juego y sin una fórmula mágica que permita ganarlos todos merced a la variedad del electorado.
Kamala Harris ostenta ventaja sobre Trump a nivel nacional, pero lo que cuenta en estas elecciones son los votos electorales que proporciona cada estado, arreglados en cálculo censitario. El ganador de las elecciones necesita 270 de estos votos y ahora mismo da igual que Harris obtenga un 49,2 por un 47,9 por ciento de Trump en los sondeos.
Si consolida las encuestas actuales y gana todos los estados reñidos, Trump habrá resultado vencedor de los comicios por 312 votos electorales por 226 de Harris, más que suficiente para volver al cargo y superar incluso a la victoria de hace cuatro años de Biden (306 votos a favor) contra el propio magnate (232 votos). De ahí el impulso final de Harris, que a lo largo de los próximos días estará acompañada por el expresidente Barack Obama para alentar al electorado.
"El muro azul"
Tres estados importan por encima de los demás: Wisconsin, Michigan y Pensilvania, el llamado "muro azul", tradicionales feudos demócratas cuya pérdida ha implicado una victoria republicana en las elecciones presidenciales.Perder solo uno de ellos dificultaría enormemente las posiblidades de Harris, que todavía sigue por detrás de Trump 1,2 puntos en Michigan; 0,2 en Wisconsin y 0,7 puntos en Pensilvania, según la media local de encuestas recogidas por RealClearPolitics. El magnate ganó los tres en 2016, aunque acabó perdiéndolos en la reválida de 2020 frente a Joe Biden.
Harris y Trump se enfrentan a desafíos particulares en cada estado, que pasan por ganarse la confianza de distintas comunidades -- la guerra de Gaza será un factor muy a tener en cuenta en la amplia población musulmana en las tres grandes ciudades (Detroit, Milwaukee y Filadelfia) y ganar estados concretos como Michigan, cuna del automóvil pasa por negociar seriamente con sus sindicatos.
Pensilvania, con 19 votos electorales, es considerado como el gran premio y es por ello que Trump ha dedicado especial énfasis al estado durante este pasado fin de semana, acompañado de fundador de Tesla y, desde hace unos días, invitado a sus mítines, Elon Musk. Michigan, Pensilvania y Wisconsin dependen en gran medida de la manufactura y otros trabajos manuales, áreas que Trump ha intentado apuntalar mediante propuestas arancelarias y exenciones fiscales.