Las autoridades del estado de Texas ofrecieron al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, más de 500 hectáreas de terreno cerca de la frontera con México para construir centros de detención de migrantes en el marco de sus políticas de deportación masiva una vez tome posesión a partir del mes de enero.
La comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, envió una carta al magnate, fechada en la víspera, en la que dice estar "totalmente preparada" para llegar a un acuerdo al respecto con el Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas o la Patrulla Fronteriza estadounidense.
El terreno, ubicado en la ciudad de Río Grande, fue comprado por las autoridades estatales el 23 de octubre para construir un muro en la frontera con México, si bien el anterior dueño se negó a permitir su construcción, según detalló este miércoles la cadena ABC News.
Trump compartió el lunes en su cuenta de Truth Social un mensaje del líder del movimiento conservador Judicial Watch, Tom Fitton, en el que menciona que declarará la emergencia nacional para poder contar así con recursos militares para poner en marcha su promesa de deportaciones masivas.
Alrededor de once millones de personas viven y trabajan en situación irregular en Estados Unidos. La idea de Trump de echarles del país podría afectar a unos 20 millones de familias, según cifras que publica el portal de noticias Axios.