Una de las tradiciones más celebradas y duraderas en el universo de la música popular es la de los discos navideños. Existe prácticamente desde que el formato álbum empezó a desarrollarse hace casi un siglo y ha legado una amplia serie de obras emblemáticas protagonizadas por músicos esenciales.
Bing Crosby, Elvis Presley, Frank Sinatra, Nat King Cole, The Beach Boys, The Supremes, James Brown, Barbra Streisand, Johnny Cash, Céline Dion o Dolly Parton han grabado trabajos para el ciclo navideño que ya tienen rango de clásico.
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Hacía tiempo que David Bisbal anhelaba sumarse a ese plantel artístico de relumbrón y ahora cumple ese sueño con “Todo es posible en Navidad”, álbum que suma nuevas perspectivas a su carácter de intérprete polifacético y aventurado. Siempre dispuesto a asumir desafíos, Bisbal ha cuidado hasta el último detalle del proceso creativo.
Da gusto escuchar a David a lo largo de estas 10 canciones, por la alegría que transmite en la mayoría de ellas, pero también por la delicadeza con que aborda las pistas de naturaleza más íntima y melancólica.
Y se nota que no ha querido hacer un trabajo formulario o convencional. “Todo es posible en Navidad" sobresale más allá de los márgenes del género gracias a su amplitud instrumental –atentos al rutilante acompañamiento de la Budapest Art Orchestra– y a su variedad estilística: es un disco de apenas media hora en el que pasan un montón de sonidos.
Bisbal aporta un nuevo estándar a este tipo de repertorio: Camina por la linde swing en “Navidad junto a ti”, la segunda pieza original del disco. Bucea en el Gran Cancionero Americano vía Irving Berlín –entre los pioneros del asunto– con una sutil relectura de “Blanca Navidad”. Y acude a la película “Cita en San Luis” para replantear la siempre emotiva “Te deseo muy felices fiestas” con arreglos de mariachi.
El aguinaldo venezolano “El burrito sabanero” –otro clásico en estas fechas– acaba en su terreno entre palmas, sin renunciar a la contagiosa esencia latinoamericana del original. “Siempre te recordaré” es otro hito de la canción pop de amplio espectro –ha pasado por las manos de Elvis Presley, Brenda Lee, Pet Shop Boys o Willie Nelson– que interpreta en modo crooner.
También figura el villancico “Los peces en el río”, que David guapea con ventilador rumbero, o esa versión de “Jingle Bell Rock” que añade riqueza dinámica al conjunto.