El director argentino Luis Ortega juega al escondite con las identidades en "El jockey", una película en competición en Venecia y estrenada el jueves, con Nahuel Pérez Biscayart como protagonista.
"El jockey" narra en tono onírico la transformación de un jinete hípico a sueldo de mafiosos en Buenos Aires. Drogadicto y atormentado, sufre una caída en una carrera que lo conduce al hospital, pero que en realidad es el primer paso para un cuestionamiento total de su identidad.
Para conocerse, y para huir de los sicarios, se escapa del hospital y emprende un delirante paseo por un Buenos Aires de tono irreal.
"Es una película atravesada por muchas preguntas. Cuando uno es más joven piensa que en algún momento va a entender algo [de la vida], pero finalmente llega a la conclusión de que no entiende nada, pero se queda más tranquilo", explicó ante la prensa Ortega, nacido en 1980.
Como si la vida fuera un milagro
Nada es sencillo ni es lo que aparenta ser en esta película de aires surrealistas, que cuenta con la participación del mexicano Daniel Jiménez Cacho, de la española Úrsula Corberó ("La casa de papel") y de la chilena Mariana di Girólamo ("Ema").
"Caminar por la ciudad de Buenos Aires es una experiencia desesperante, hay mucha gente muy linda, muy loca", reflexionó Ortega.
La capital argentina le inspiró una historia lineal cuando rodó "El ángel", basada en un personaje real, el de un adolescente delincuente y asesino.
Esa película fue la más taquillera en Argentina en 2018 y fue aclamada en Cannes en la sección Una cierta mirada.
Antes, Ortega debutó a sus 19 años como guionista y director de "Caja negra", ganadora en 2002 del Premio Especial del Jurado en el Festival del Mar de Plata.
Para "El jockey" decidió romper esquemas. Es una película sobre "la posibilidad de que no haya un centro en las personas, una identidad, y a pesar de todo pasarlo bien, como si la vida fuera un milagro. Un personaje empieza siendo un jockey famoso, luego una mujer, un bebé... sin entender lo que está pasando", reveló.
Los actores afirmaron unánimemente que el rodaje fue un descubrimiento.
Luis Ortega "es un brujo, un mago y mucho más. Es la única persona con la que trabajé más de una vez", confesó Nahuel Pérez Biscayart, que ya trabajó a sus órdenes en "Lulú" (2014).
"Estoy más acostumbrada a hacer proyectos con un objetivo particular. Esto fue una búsqueda constante. Hice ese ejercicio de confiar, de saber que estaba rodeada de gente muy bonita, sabía que íbamos a hacer algo muy especial", añadió por su parte Úrsula Corberó.
"El jockey" es una de las dos películas latinoamericanas en competición por el León de Oro este año, junto a la brasileña "Ainda estou aqui" del brasileño Walter Salles.
Un total de 21 películas concursan este año. El festival entrega sus galardones el 7 de septiembre.