El sábado por la noche, el estadio Cuscatlán fue el escenario idóneo para la magia de Morat, que volvió a conquistar a sus seguidores en su cuarta visita a El Salvador. Con un público abarrotado y entusiasta, la banda colombiana llegó como parte de su ambiciosa gira de estadios “Antes de que amanezca”, dejando huella en cada rincón.

La noche contó con la participación de Jules, la talentosa artista colombiana que ha acompañado a Morat en tres conciertos anteriores. Su actuación sirvió como un emocionante preámbulo, calentando el ambiente para lo que vendría.

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Las filas para ingresar comenzaron a formarse desde la 1:00 de la tarde, una muestra palpable de la devoción de sus fans. A las 8:00 p.m. En punto, el estadio estalló de emoción con los acordes de la icónica canción “Cómo Te Atreves a Volver”. Desde ese instante, asistentes de todas las edades corearon cada letra con fervor, creando una atmósfera vibrante y única.

Las fans llegaron listas para la pijamada con Morat.
Las fans llegaron listas para la pijamada con Morat.

La sorpresa de la noche llegó con la actuación de Joaquina, una artista venezolana que ha ganado el Latin Grammy al Mejor Nuevo Artista, quien compartió el escenario con la banda. Con su increíble voz y carisma, la artista de 20 años dejó huella en los asistentes y preparó el ambiente para el plato fuerte de la noche.

El grupo está integrado por Juan Pablo Isaza Piñeros, Juan Pablo Villamil Cortés, Simón Vargas Morales y Martín Vargas Morales.
El grupo está integrado por Juan Pablo Isaza Piñeros, Juan Pablo Villamil Cortés, Simón Vargas Morales y Martín Vargas Morales.


Otro de los momentos más especiales de la noche fue una dinámica en que los asistentes podían escribir mensajes a través de un código QR, representando sus sueños y anhelos. Estos mensajes, llenos de esperanza y motivación, aparecieron en las pantallas del estadio.



Morat no decepcionó y ofreció un repertorio impresionante, interpretando más de 25 canciones que hicieron vibrar a los salvadoreños. Cada tema, desde los más emblemáticos hasta los nuevos éxitos, mantuvo al público en pie, disfrutando de una experiencia musical que quedará grabada en sus memorias.



Con una conexión genuina con sus seguidores, Morat no solo brindó un concierto; ofreció una celebración de la música y los sueños, cerrando la noche con una energía que resonará mucho después de que la última nota se apagara.