Sphen, el pingüino macho que alcanzó fama mundial hace siete años por conseguir adoptar y criar a un polluelo en 2018 con su pareja del mismo sexo, Magic, ha fallecido. El acuario Sea Life de Sídney, en Australia, publicó esta semana un comunicado sobre el triste deceso.
"Estamos desconsolados al compartir la noticia de que Sphen, la mitad de la pareja de pingüinos papúa más famosa y querida del mundo, lamentablemente falleció", reza la publicación de Instagram. Además, explica que el pingüino murió a principios de este mes por causas naturales, a sus 11 años de edad.
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Sphen y Magic saltaron a la fama hace siete años y, para ese momento, llevaban seis años juntos. La pareja adoptó y cuidó con éxito a dos polluelos: Sphengic en 2018 y Clancy en 2020.
Su historia comenzó como otra cualquiera: con el cortejo. Los pingüinos suelen inclinarse o cantarse mutuamente durante este período, pero los pingüinos papúa son especiales porque buscan y se entregan piedras entre sí. Esas piedras las utilizan más tarde para construir su nido, donde podrán los huevos, reseñó el diario español ABC.
La cuidadora de pingüinos Renee Howell explicó al diario The Guardian que el impacto de la pareja como símbolo mundial de igualdad fue "inconmensurable". Asimismo, ha relatado que cree que este tipo de parejas son muy comunes en la naturaleza, pero que Sphen y Magic eran diferentes por cómo compartían sus deberes como padres.
"Se turnaban individualmente para cuidar el nido o los polluelos, salían a buscar comida y luego regresaban", detalló Howell.
En la naturaleza, cuando un pingüino fallece y su compañero no sabe qué ha sucedido, lo normal es que salga a buscarlo. Howell, junto con el resto de cuidadores del acuario, pensaron que era necesario mostrarle a Magic el cuerpo de Sphen, para que pudiera entender que "su compañero no regresaría".
Según ha relatado el cuidador, fue un momento muy emotivo, ya que Magic y toda la colonia de pingüinos papúa comenzaron a cantar de inmediato.
Shpen y Magic no son la única pareja de pingüinos gay. En el Oceanogràfic de Valencia, España, Electra y Viola, dos hembras de pingüino, fueron capaces de adoptar, incubar y criar un polluelo, algo insólito en el acuario. Este suceso ocurrió en 2020 y al igual que en Australia, ambos pingüinos comenzaron, curiosamente, a tener la actitud y acciones habituales previas a la reproducción, como construir su propio nido a base de piedras.
Los cuidadores, al ver esta actitud de Electra y Viola, decidieron trasladar un huevo fértil de otra pareja al nido de estos pingüinos. Este proceso de reproducción tuvo éxito y ahora cuentan con su primera cría, reportó ABC.
