Almodóvar realizó esa defensa al derecho a morir dignamente en una ceremonia que tuvo su momento dramático al anunciarse el premio a la mejor actriz, para la estrella Nicole Kidman por "Babygirl". Kidman no pudo recoger el galardón porque se enteró de la muerte de su madre justo al llegar a Venecia.
"A mi llegada a Venecia me enteré de la muerte de mi madre, Janelle Kidman. Estoy conmocionada y debo reunirme con mi familia. Este premio es para ella", leyó con emoción la directora de la película, Halina Reijn.
La película de Almodóvar ("The room next door" en inglés) narra la decisión de una veterana periodista (Tilda Swinton) de suicidarse a causa de un cáncer incurable. La enferma pide a una vieja amiga (Julianne Moore) que la acompañe en esos últimos días.
"Despedirse de este mundo limpia y dignamente es un derecho fundamental", declaró Almodóvar al recoger el premio.
La eutanasia, dijo el director español, "no es un asunto político, sino humano".
"Sé que este derecho atenta contra cualquier religión o credo que tenga a Dios como única fuente de vida (...) Yo les pediría a los practicantes de cualquier credo que respeten y no intervengan en decisiones individuales al respecto", añadió.
En una Mostra rebosante de estrellas de Hollywood, Almodóvar volvió a proclamarse a sus 74 años como el director más influyente de la historia del cine español, ahora también con su primer largometraje en Estados Unidos, tras años de dudas y algún proyecto fallido.
Película trufada de diálogos, de tono melancólico, es una obra típica del Almodóvar de la última década, propenso a meditar sobre la muerte, el dolor físico o el paso del tiempo.
"No puedo entender que algo que está vivo tenga que morir. La muerte está en todas partes, pero es algo que nunca acabé de entender" confesó Almodóvar ante la prensa cuando presentó la película.
El premio supone el regreso de Almodóvar al podio en la Mostra desde 1988, cuando ganó el premio al mejor guión por "Mujeres al borde de un ataque de nervios".
El León de Plata al mejor director se lo llevó el estadounidense Brady Corbet, un actor con apenas un puñado de películas en su haber, autor de "The Brutalist", una intensa película de 3h25.
Nicole Kidman y Vincent Lindon, los mejores actores
A sus 57 años, Nicole Kidman arriesgó en su papel en "Babygirl". Interpreta a una ejecutiva absorbida por una relación sexual con un becario, interpretado por el joven actor Harris Dickinson, de 28 años. La película contiene escenas de alto voltaje erótico.El premio a la mejor interpretación masculina fue para el actor francés Vincent Lindon, de 65 años, que interpreta al padre de un joven atraído por la extrema derecha en "Jouer avec le feu".
El premio al mejor guión fue para los brasileños Murilo Hauser y Heitor Lorega por "Ainda estou aqui", del director Walter Salles.
La película narra el secuestro y desaparición en 1971 del ingeniero y político Rubens Paiva, y el guión es una adaptación del libro que escribió el hijo de la víctima, Marcelo Rubens Paiva.
Walter Salles ("Central do Brasil") presentó una cuidada reconstrucción de este doloroso episodio de la dictadura militar.
"Esto no es solamente la historia de una familia, es la historia de Brasil", declaró Heitor Lorega al recoger el premio.
El León de Plata y premio del jurado fue para una película italiana de contenido histórico, "Vermiglio", de Maura Delpero.
La película narra la historia de un soldado desertor siciliano que se refugia en un pueblo de los Alpes durante la II Guerra Mundial.
El jurado también premió el riesgo artístico con "April", de la georgiana Dea Kulumbegashvili, una película parca en palabras que narra la historia inquietante de una doctora que se dedica por igual a los partos que a los abortos en su país.
"April" se llevó el premio especial del jurado.
El premio al mejor actor emergente fue al francés Paul Kircher por su rol en "Leurs enfants après eux", otra película de tono social.