La cancillería salvadoreña confirmó que dos salvadoreños están entre las víctimas de los seis migrantes que fueron asesinados por el ejército mexicano el pasado 1 de octubre en Chiapas, estado fronterizo con Guatemala.
“El Gobierno de El Salvador, a tarvés del Ministerio de Relaciones Exteriores, comunica que ha recibido la confirmación oficial por parte de las autoridades mexicanas del deceso de dos compatriotas en Villa Comaltitlán, Chiapas. Se trata de un hombre de 57 años, originario de San Vicente, y un adolescente de 17 años, que residía en La Libertad”, reza el comunicado publicado por cancillería en su cuenta de X este miércoles.
Las autoridades salvadoreñas añadieron que pidieron a México “una investigación exhaustiva del caso y su pronto esclarecimiento”. La cancillería extendió sus condolencias a las familias dolientes.
La Secretaría de la Defensa Nacional de México informó que el 1 de octubre a las 8:50 de la noche patrullaban el municipio de Villa Comaltitlán cuando detectaron un pick up a alta velocidad. “Personal militar manifestó escuchar detonaciones, por lo que dos elementos accionaron su armamento”, señalaron.
Según el periódico La Jornada, de México, dos camionetas custodiaban el pick up, y una se detuvo. Al acercarse, los militares encontraron a 33 migrantes egipcios, nepalíes, cubanos, hindúes, pakistaníes y árabes, de ellos, cuatro estaba muertos, 12 lesionados y 17 ilesos.
Los heridos fueron llevados al hospital de Huixtla y ahí murieron dos más. Ahora se confirma que dos de los fallecidos eran salvadoreños.
Ese mismo 1 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum, ascendió al poder y al siguiente día condenó el hecho: "Tiene que ser investigado y castigados”, dijo en su conferencia matutina. "Una situación como ésta no puede repetirse", agregó.
México ha desplegado en los últimos años a los militares para tareas de seguridad ciudadana. Amnistía Internacional acusó en abril a estos efectivos de usar "fuerza innecesaria y excesiva".
Más de 9,800 migrantes han muerto o desaparecido en América desde 2014, la mayoría de ellos mientras intentaban llegar a Estados Unidos a través de México, según la Organización Internacional para las Migraciones.