Un total de 460 voluntarios, en su mayoría mujeres de áreas rurales de Ahuachapán, La Libertad, Sonsonate y Morazán, participan en el programa de primera infancia de(FUSAL).
A través de la estrategia Nutripuntos, estos voluntarios contribuyen al desarrollo integral de niños de cero a cuatro años en hogares en situación de pobreza multidimensional en el área rural del país.

El programa se enfoca en la nutrición y estimulación temprana, buscando garantizar que los niños reciban la atención necesaria en sus primeros años de vida, esenciales para su
desarrollo. Los Nutripuntos, espacios comunitarios administrados por los voluntarios, brindan atención a 5,963 niños menores de cinco años y 269 mujeres embarazadas.

Los voluntarios han sido capacitados en temas clave como estimulación temprana, vigilancia nutricional, educación alimentaria y nutricional, así como higiene alimentaria, lo
que les permite mejorar las condiciones de salud y bienestar de las comunidades en situación de vulnerabilidad.

El vicepresidente de FUSAL, Alejandro Poma, destacó el impacto de los voluntarios en el desarrollo de la niñez.

“Nos llena de satisfacción reconocer el valioso trabajo de los voluntarios, fortalecer sus conocimientos y capacidades. La experiencia nos ha demostrado que estos liderazgos son fundamentales para promover el adecuado desarrollo de la niñez en las comunidades rurales”.
Alejandro Poma, vicepresidente de FUSAL


La embajadora de Canadá en El Salvador, Mylène Paradis, subrayó la importancia de las alianzas entre el gobierno canadiense, FUSAL y los voluntarios.

“El trabajo de los voluntarios comunitarios es fundamental para el bienestar de las familias más vulnerables. Canadá se siente orgulloso de apoyar este tipo de iniciativas que empoderan a las mujeres rurales y las convierten en agentes de cambio en sus comunidades”, dijo Paradis.
Don Ricardo Poma y don Alejandro Poma, de Fusal, participaron en el evento.
Don Ricardo Poma y don Alejandro Poma, de Fusal, participaron en el evento.


El trabajo de los voluntarios mejora las condiciones de salud y desarrollo infantil y promueve el empoderamiento de la mujer en el area rural, como un actor clave en el proceso de
transformación social y desarrollo sostenible en El Salvador.