Un sistema de salud efectivo y eficiente requiere un numero de personal sanitario suficiente, bien formado y motivado. La Organización Mundial de Salud ha determinado una tasa de 22.8 médicos por cada 10,000 habitantes como lo mínimo necesario para poder brindar un servicio de salud competente.
Para el 2030 se proyecta un déficit de 600,000 profesionales de la salud en América Latina y el Caribe (ALC) para alcanzar la meta de 44.5 profesionales médicos, de enfermería y partería por 10,000 habitantes. En El Salvador, la situación es particularmente preocupante:
Déficit de personal médico: El Salvador presenta un déficit del 31.1% de médicos, con solo 17.7 médicos por 10,000 habitantes, muy por debajo del umbral mínimo necesario para cubrir las necesidades médicas de la población salvadoreña. El problema se agrava primero debido a una asimetría geográfica: Existe una tendencia a la concentración de personal médico en zonas urbanas y de alta densidad poblacional. Y segundo a una disparidad público-privada: Por cada médico en el sector público, existen 2.15 médicos en el sector privado.
Esta situación se enmarca en un panorama regional complejo:La OMS estima un déficit global de 18 millones de trabajadores sanitarios para 2030, afectando principalmente a países de ingresos bajos y medianos bajos. Desafíos adicionales son una inversión insuficiente: Algunos países enfrentan una falta crónica de inversión en formación y capacitación de trabajadores sanitarios. Y la Migración: La creciente migración internacional de trabajadores sanitarios puede agravar la escasez, especialmente en países de ingresos bajos y medianos bajos.
Esta situación plantea un reto significativo para El Salvador en su camino hacia la cobertura universal de salud, requiriendo estrategias integrales para abordar tanto la escasez como la distribución desigual de profesionales de la salud.
El Ministerio de Salud (MINSAL) ha iniciado una serie de iniciativas que buscan la contratación internacional de médicos/as en el extranjero como principal estrategia para solventar este déficit de personal, principalmente médico, y al parecer focalizado en médicos especialistas. Indudablemente una solución viable, si es que los incentivos socioeconómicosson lo suficientemente atractivos para médicos extranjeros. Sin embargo, una solución cortoplacista e insostenible en el largo plazo.
Los únicos países de Latinoamérica con un surplus de médicos actualmente son Cuba, Uruguay, Argentina y Costa Rica. Como ejemplo, el salario promedio de un médico especialista en Costa Rica es de $5,468 dólares americanos; mientras que el salario promedio de un médico especialista salvadoreño en el sector público es de $1,800 dólares americanos. ¿Está el MINSAL ofreciendo salarios mayores a los médicos extranjeros?
A nivel laboral, y en el gremio médico de nuestro país, la percepción predominante es que los sueldos son bajos. Existe preocupación por la inestabilidad laboral de los trabajadores de salud y malestar porque el sistema no ofrece oportunidades de formación. A esto se suma una deficiente infraestructura de los establecimientos y escasez de personal. Todo esto alimenta una sensación de descuido y falta de reconocimiento del sector salud. Es una percepción generalizada, el medico salvadoreño no está contento con las condiciones actuales laborales.
En la actualidad, los sistemas sanitarios para cubrir el déficit de personal médico pueden implementar principalmente cuatro estrategias: la formación interna, el mejoramiento de las condiciones de trabajo y flexibilización de la jubilación, el aumento de la productividad bajo parámetros de efectividad, y la contratación internacional de médicos/as en el extranjero.
El enfoque del MINSAL para abordar la escasez de personal médico, especialmente de especialistas, mediante la contratación exclusiva de médicos extranjeros presenta varios desafíos y limitaciones. Un abordaje integral y sostenible del déficit de médicos en El Salvador debería considerar múltiples estrategias:
a. Mejora de condiciones laborales. Es imperativo mejorar los incentivos y condiciones de trabajo para los médicos actuales. Esto no solo ayudaría a retener al personal existente, sino que también haría más atractiva la profesión para futuros profesionales.
b. Colaboración con universidades. Un trabajo coordinado con las instituciones formadoras de recursos humanos en salud es crucial para alinear la oferta educativa con las necesidades del sistema de salud.
c. Reintegración de médicos jubilados. La reincorporación de médicos jubilados que deseen volver a la práctica puede ser una fuente valiosa de experiencia y conocimiento.
d. Reasignación de tareas y formación acelerada. La delegación de responsabilidades al personal de enfermería y una formación acelerada de enfermeras son estrategias viables que pueden aliviar la carga de trabajo de los médicos.
e. Contratación de médicos extranjeros. Si bien la contratación de médicos extranjeros puede ser parte de la solución, no debería ser la única estrategia. Es importante asegurar que estos profesionales cumplan con los estándares de calidad y se integren adecuadamente al sistema de salud salvadoreño. Consideraciones adicionales deben también incluir el problema de la distribución geográfica, el equilibrio público-privado y la formación continua del personal de salud.